La estructura de la novela y del relato
El arte de contar historias tiene una estructura intrínseca (estructura dramática) que ha sido explorada y analizada a lo largo de los siglos. Uno de los modelos más influyentes es la Pirámide de Freytag, desarrollada por el novelista y dramaturgo alemán Gustav Freytag en el siglo XIX. Esta pirámide ofrece un esquema básico que describe la estructura típica de la narrativa, tanto en novelas como en relatos cortos.
![Pirámide de Freytag.](https://fernandoarmas.com/wp-content/uploads/2024/03/piramide-de-freytag.org_.jpg?w=1024)
La Pirámide de Freytag consta de varias partes:
1. En la introducción se establece el escenario y se presentan los personajes principales. Aquí, el lector comienza a familiarizarse con el mundo en el que se desarrollará la historia y se plantea el conflicto inicial.
2. El desarrollo o exposición es donde se desarrolla el conflicto y se intensifica la trama. Los personajes se enfrentan a desafíos y obstáculos que los llevan hacia el clímax.
3. El clímax es el punto culminante de la historia. Es en este momento donde la tensión alcanza su punto máximo, y los eventos más importantes de la trama se desencadenan.
4. Tras el clímax, sigue el desenlace, momento en el que se resuelven los conflictos principales y se cierran las subtramas. Aquí, los personajes enfrentan las consecuencias de sus acciones y se produce la conclusión de la historia.
La diferencia entre novelas y relatos cortos estriba en la longitud de ambos textos. En el relato corto existe un espacio más reducido y estas partes están más condensadas, pero la esencia de la Pirámide de Freytag sigue presente. Incluso en obras más experimentales o no lineales, los elementos básicos de introducción, desarrollo, clímax y conclusión suelen estar presentes en alguna forma.
Comprender la Pirámide de Freytag puede ser invaluable para escritores, pues proporciona un marco sólido sobre el cual construir sus historias. Sin embargo, también es importante recordar que la creatividad no debe estar limitada por estructuras preestablecidas, y que la verdadera magia de la narrativa a menudo reside en su capacidad para sorprender y desafiar las expectativas del lector.